La tierra que cubre sus tumbas aún no asienta…
La tierra que cubre sus tumbas aún no asienta…
Resisto al sueño, al sentir que al cerrar los ojos se esfumara toda posibilidad de absorber los néctares de aquellos bellos pergaminos latinoamericanos. Rebobino instantes de generaciones apenas pasadas como si fueran mis propios recuerdos. Más que un legado me son un altar que me obligo a llevar en mi cartera para nunca gastarlo.
Lágrimas de haber perdido lo que no me pertenece. Y un constante fondo con sabor a ti me susurra que estas presente en mis instintos y pensamientos más sensibles.
Así, vuelve a aparecer aquel nunca existente y bohemio yo, que me tienta a solo inhalar la vida y a exhalar colores y sonidos. Pero, le doy una oportunidad y le presto algunas letras para que desahogue su ansia y así evito llevarnos a los dos a la locura. Aunque los dos sepamos que mañana solo uno de los dos despertará.
Me pregunto, ¿cuándo será que el que despierte será él?